El Juzgado de Ejecución Penal de 2° Nominación rechazó un pedido prisión domiciliaria por cuestiones de salud efectuado por la defensa del exintendente de la ciudad de Córdoba , German Kammerath, quien fue condenado a tres años y seis meses de prisión e inhabilitación especial perpetua por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública.

El juez Cristobal Laje Ros señaló en la resolución que el estado de salud actual del interno “no permite decir que carece de atención médica adecuada” y agregó que la entidad de las afecciones tampoco permite inferir que su detención implique un “trato inhumano” o a el sufrimiento de una pena que vaya “más allá de la sola privación de la libertad”.

“Actualmente, no existen argumentos, de acuerdo a la valoración médica realizada, que tornen viable la concesión de la prisión domiciliaria que se peticiona”, añade la resolución.

No obstante, el juez Laje Ros dispuso que el servicio médico del Servicio Penitenciar de Córdoba continúe brindando al penado la atención médica y tratamientos médicos adecuados a sus patologías y autorizó que Kammerath pueda ser trasladado a nosocomios del medio libre cuantas veces sea necesario en función de su estado de salud.

Asimismo, el tribunal hizo lugar a un pedido de la defensa para que el interno sea alojado en un establecimiento de autodisciplina (E. P. 4) y que sea incorporado al período de prueba.

La decisión del magistrado se funda, entre otras consideraciones, en los informes de las autoridades penitenciarias que señalan que, durante la privación de la libertad, el interno ha demostrado interés en someterse a la justicia y no tuvo nunca riesgo de fuga.