A través del Acuerdo Reglamentario n.° 1751, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) aprobó, como plan piloto, un Protocolo de Actuación del Fuero de Niñez y Adolescencia, mediante el cual, entre otras cuestiones, se definen los nuevos roles de las Asesorías Civiles. En su elaboración, intervino la Oficina de Coordinación en Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar, Género y Penal Juvenil.

El protocolo estima conveniente que la Asesoría Civil que participa en carácter de asistente técnico de un progenitor en cuyo resguardo tramita un proceso de limitación de capacidad,  y que no cuenta con personas de su entorno que puedan asumir el rol de apoyo o representante provisorio, intervenga en las causas de control de legalidad -en trámite o a iniciarse-, hasta la designación de un apoyo o representante definitivo.

Dicha intervención, tendrá un carácter excepcional, estará estrictamente referida al proceso de control de legalidad y comprenderá todas las prerrogativas propias de la calidad de sujeto procesal por regla.

Se estimó pertinente su concreción por vía de la figura del asistente técnico y, excepcionalmente, en los casos que así lo ameriten -a criterio del tribunal que interviene en el proceso de limitación de capacidad-, mediante la designación en carácter de apoyo o curador provisorio (conforme al artículo 34 del Código Civil y Comercial), con funciones específicas para intervenir en el proceso de control de legalidad. 

La conveniencia referida se funda en los beneficios que aporta al progenitor involucrado, el hecho que el mismo funcionario que ya ha tomado contacto con su persona en el juicio de limitación de capacidad y que conoce sus intereses, aptitudes, necesidades y contexto de vida, sea quien lo acompañe en el proceso ante el Fuero de Niñez y Adolescencia.